PRONUNCIAMIENTO:
La Asociación de Picadores y
Banderilleros de Venezuela ve con preocupación
el ensañamiento del que es objeto la Fiesta Brava en nuestro país, por
parte de la Defensoría del Pueblo, debido a que esta institución esté
preocupada porque los menores de edad,
no asistan a los espectáculos taurinos y no se pronuncie en contra de algunos
programas de televisión, como telenovelas, películas y eventos donde se
observan claramente la enseñanza y el ejemplo que le dan a los menores de edad,
donde vemos como asesinan personas; como se planifican y ejecutan secuestros,
atracos; como se alimenta a la infidelidad de parejas y la prostitución.
Así con estas actitudes se
destruye los ideales de la familia que es la base fundamental de la sociedad,
contribuyendo así a fortalecer conductas
delictivas en menores de edad. ¡Eso sí es violencia!. Es aquí donde la Defensoría
del Pueblo debería actuar, donde los menores y juventud son los más perjudicados observando esa cantidad de imágenes negativas.
No es la fiesta de los toros la que perjudica
a los menores, hay que recordar que los espectáculos taurinos en la mayoría de
los casos es el evento principal de
nuestras ferias, generando de esta manera, una gran cantidad de empleos
directos e indirectos. En el ámbito taurino trabaja una cantidad importante de
personas que ganan honorarios, que seguramente utilizan para llevar el pan a
sus hijos, viéndose así beneficiados los
menores de edad gracias a la actividad taurina.
Ahora, es el pueblo de Tovar
en el Estado Mérida, el que sufre este ataque por parte de la Defensoría del
Pueblo, sin importarle la economía de las personas que allí hacen vida, quienes
han invertido su único capital, generando grandes perdidas, que no recuperarán
en los espectáculos taurinos, ya programados para septiembre 2012, siendo
amenazados por estas disposiciones legales.
El gremio de la Asociación
de Picadores y Banderilleros de Venezuela, expresa su descontento de manera
categórica ante la actitud caprichosa y desleal de la funcionaria Alide Peña, delegada en Mérida de la Defensoría del Pueblo,
quien siguiendo instrucciones expresas y directas de Gabriela Ramírez quien
ostenta al cargo de Directora Nacional de la Defensoría del Pueblo, atacan de
manera despiadada a la fiesta brava venezolana, utilizando su poder político
que incide en los procesos judiciales
que limitan el libre acceso de niños, niñas y adolescentes a los festejos
taurinos de las principales ferias venezolana.